La Sal, ese ingrediente que le da sabor a la vida, que no falta en las cocinas y que, a partir de ahora, querrás tener también en tu baño. Aunque existen muchos tipos de sales, vamos a dedicar nuestro artículo a una sal muy especial, la Sal del Mar Muerto, considerado la extensión de agua más baja existente en la Tierra, con una salinidad ¡10 veces superior a la del Mar Mediterráneo!
Remontándonos en el tiempo, ya encontramos referencias sobre la Sal del Mar Muerto en el Antiguo Egipto, empleada con usos bastante variados: como remedio ideal para combatir enfermedades de la piel como la dermatitis y la psoriasis, para desinflamar tejidos y calmar el dolor de las articulaciones o como ayuda para fortalecer los huesos, el cabello y las uñas. En HandMade Beauty vamos a anotar un uso más: como Exfoliante Corporal Regenerante, capaz de devolver la suavidad a la piel.
¿Qué necesitamos para preparar nuestra receta?
· 2 cucharadas soperas de Sal del Mar Muerto
· 4 cucharadas soperas de Aceite Vegetal. Os recomendamos los aceites de Almendras o Nuez de Albaricoque, como ejemplos de aceites vegetales, ya que son aptos para todo tipo de pieles, hidratantes, nutritivos y fáciles de masajear. El aceite será nuestra base y nuestro lubricante en este remedio natural.
· 2 gotas de Aceite Esencial de Ylang Ylang. Un aceite esencial perfecto para activar la circulación y elevar el ánimo, además de desprender un aroma delicioso.
La elaboración es muy sencilla: tan sólo tenemos que añadir la sal al aceite vegetal, e incorporar las 2 gotas de nuestra esencia a la mezcla. Un detalle que debemos tener en cuenta en nuestra preparación es el tamaño de los cristales de sal: en el caso de que sean muy grandes, los pulverizaremos previamente con la ayuda de un mortero, hasta conseguir el tamaño deseado.
A la hora de aplicarlo sobre el cuerpo, lo haremos en la ducha, en seco, con movimientos circulares, comenzando por los tobillos y ascendiendo hasta el tronco y los brazos, siguiendo la dirección de la circulación para activarla simultáneamente. ¡La sensación de suavidad y reactivación es instantánea!
¿Nos regalamos una dosis de reparación y energía desde la primera ducha?
0 comentarios