En HandMade Beauty nos encanta investigar los diferentes usos de un mismo ingrediente, exprimiendo al máximo sus posibilidades y, en este artículo, queremos hablaros de uno de nuestros favoritos: la Espirulina, ese polvo de color verde, repleto de beneficios tanto a nivel nutricional como para la piel.
Pero, ¿qué es la Espirulina?
La Espirulina es un alga, un alga de un color verde intenso que inspira tranquilidad y armonía. Este color se debe a su alto contenido en clorofila, gran recurso para el mantenimiento de una flora intestinal equilibrada y un sistema inmune fuerte. Además, es una fuente importante de proteínas, vitaminas y minerales, lo que la convierte en una opción muy a tener en cuenta en las dietas vegetarianas, como aporte de proteínas de fácil digestión. También, en momentos de cansancio y fatiga, o en los cambios de estación, la Espirulina, rica en hierro y vitamina B12, nos provee de energía para mantenernos vitales durante la jornada. Si además añadimos que es un ingrediente más que apto para nuestras rutinas de belleza, ¿no os animáis a incluirlo en vuestro botiquín personal ya?
Os proponemos a continuación la elaboración de una mascarilla facial en la que aunaremos los beneficios de las arcillas con nuestro superalimento del día, obteniendo un remedio depurativo y remineralizante, de gran ayuda para resolver los desequilibrios de la piel.
¿Qué necesitamos?
· 2-3 cucharadas de Arcilla blanca/Caolín. Apta para todo tipo de pieles. No crea tirantez ni sequedad en la piel.
· 1/3 cucharada de Espirulina en polvo. ¡Añadir con moderación ya que su concentración es muy alta!
· Infusión de Manzanilla y Menta. Dejaremos reposar esta infusión hasta que esté templada y colaremos la mezcla.
Tan sólo tenemos que mezclar la Arcilla y la Espirulina en polvo en el recipiente elegido con la ayuda de una cuchara, e ir añadiendo, muy poco a poco, la infusión de manzanilla y menta hasta lograr la textura deseada para nuestra mascarilla facial. Es muy importante agregar esta parte líquida lentamente, ya que buscamos obtener un resultado cremoso.
A la hora de hacer uso de nuestra mascarilla, debemos asegurarnos de que la piel está previamente limpia, por lo que aplicaremos una limpiadora y rociaremos un tónico o hidrolato sobre el rostro antes de extender nuestro recién elaborado remedio con la ayuda de una brocha o pincel, y dejarlo actuar durante 10-15 minutos. Pasado este tiempo, retiraremos nuestra mascarilla con agua templada y, nuevamente, rociaremos la piel con una bruma en spray para aportarle hidratación. ¡El Ginger Mist de HandMade Beauty es perfecto para ello!
¿Te agendas tu “momento autocuidados” semanal?
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